Paseo fuera del puerto de Mahon 4 horas: sun set

¿Por dónde vas a ir?

Cala Alcaufar

Una cala de cuento Cala Alcaufar (o Cala Alcalfar) es una preciosa playa localizada entre Punta Prima y la Cala des Rafalet. A tan sólo 5 km de Sant Lluis, esta playa nace de un entrante alargado y estrecho de la costa menorquina (una manga de mar), que da como resultado una cala de pequeñas dimensiones, de forma circular y rodeada por roquedales de mediana altura, que la protegen de casi cualquier oleaje.

Su localización, unido a su reducido tamaño, han hecho de esta cala un lugar poco transitado. Su público suele provenir, fundamentalmente, de la urbanización homónima que se sitúa a su vera, así como de otras zonas colindantes, convirtiéndose así en un lugar de veraneo más habitual entre los isleños que entre los turistas. Esto resulta realmente llamativo teniendo en cuenta que fue, precisamente aquí, donde se construyó el primer hotel de la isla enfocado a la atracción del turismo extranjero.

Aunque de su reducido tamaño y su aspecto resguardado, podría deducirse que es una cala de aguas cálidas, lo cierto es que existe una vena de agua dulce que recorre esta zona y que provoca que el baño sea más frío que en otros puntos de la isla.

De fácil acceso desde tierra, esta playa de arena blanca desciende con suavidad hacia unas cristalinas aguas de las que, si tenemos suerte, podremos disfrutar sin demasiado alboroto alrededor. Las casitas blancas que rodean la cala y los barcos varados que habitan sus aguas, le confieren un aspecto de puerto tradicional y hacen que Cala Alcaufar desprenda un encanto especial.

Antiguo punto habitual de pescadores, su ambiente familiar y sus tranquilas aguas, convierten a Alcaufar en una cala de cuento.

Cala Rafalet

Una piscina natural con nombre de cala Caló d’en Rafalet es una pequeña cala virgen situada en la urbanización s’Algar, perteneciente al municipio de Sant Lluis.

Aunque es algo más difícil de localizar (especialmente si se intenta llegar por ella a pie), merece la pena intentarlo, ya que esta pequeña cala de arena y rocas ofrece un paisaje espectacular, más parecido a una piscina natural que a las calas típicas que ofrece la geografía menorquina.

Su reducido tamaño impide la aglomeración de bañistas y su acceso, más complejo de localizar, hacen de ella una playa perfecta para aquellos que desean evitar escenarios más ruidosos y buscan disfrutar de la calma que la isla de Menorca puede llegar a ofrecer.

Caló d’en Rafalet te permitirá descubrir uno de los paisajes más salvajes que esconde Menorca.

Illa de l’Aire

Una pesadilla para los navegantes

La isla del Aire se encuentra al SE de la isla de Menorca, es un pequeño islote deshabitado que, sin embargo, alberga mucha vida. En ella podemos encontrar como residentes habituales a las especies de aves más características de las Baleares, y también es lugar de paso de numerosas aves migratorias.

En esta isla de entorno salvaje, se encuentra la mayor población de lagartija balear de toda la isla (una especie de lagartija negra que, fuera de su hábitat se torna verde) y una abundante vegetación que se caracteriza por su resistencia al viento y la sal. Se trata de un lugar de alto valor biológico, que debe su nombre a los vientos (que azotan sin piedad sus costas).

La historia que se esconde tras el faro.

Antes de que el faro de Isla del Aire fuese construido, el islote, que apenas sobresalía por encima del nivel del mar, era la peor pesadilla de los marineros que surcaban sus aguas. Al más puro estilo del Titanic, eran muchos los que, sin ser conscientes de su presencia, acababan encallando sus embarcaciones contra el terreno.

La construcción de este faro quiso poner fin al problema y evitar así más disgustos entre los pobres navegantes que no ganaban para tanto barco.

ILLA DE L’AIRE